La educación y la formación profesional (Parlamento Europeo)

La educación y la formación profesional

Parlamento Europeo (09-06-2020)

De conformidad con el principio de subsidiariedad, la responsabilidad principal de las políticas de educación y formación recae en los Estados miembros, y la Unión Europea desempeña exclusivamente un papel de apoyo. Sin embargo, algunos retos son comunes a todos los Estados miembros (como el envejecimiento de las sociedades, las carencias de los trabajadores en cuanto a destrezas, la competencia mundial y la educación de la primera infancia) y, por lo tanto, es necesario hallar respuestas conjuntas y que los países trabajen juntos y aprendan unos de otros[1].

Base jurídica

Aunque la formación profesional fue definida como uno de los ámbitos de la acción comunitaria en el Tratado de Roma en 1957, la educación no fue reconocida formalmente como ámbito de competencia de la Unión hasta el Tratado de Maastricht, en 1992. El Tratado contempla que la Comunidad «contribuirá al desarrollo de una educación de calidad fomentando la cooperación entre los Estados miembros y, si fuere necesario, apoyando y completando la acción de estos en el pleno respeto de sus responsabilidades en cuanto a los contenidos de la enseñanza y a la organización del sistema educativo, así como de su diversidad cultural y lingüística».

El Tratado de Lisboa mantuvo las disposiciones sobre el papel de la Unión en la educación y la formación (título XII, artículos 165 y 166) añadiendo una disposición que puede describirse como una «cláusula social» horizontal. En el artículo 9 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) se afirma lo siguiente: En la definición y ejecución de sus políticas y acciones, la Unión tendrá en cuenta las exigencias relacionadas con la promoción de un nivel de empleo elevado, con la garantía de una protección social adecuada, con la lucha contra la exclusión social y con un nivel elevado de educación, formación y protección de la salud humana.

Asimismo, en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que tiene el mismo valor jurídico que los Tratados (artículo 6 del Tratado de la Unión Europea), se afirma lo siguiente: «Toda persona tiene derecho a la educación y al acceso a la formación profesional y permanente» (artículo 14) y «toda persona tiene derecho a trabajar y a ejercer una profesión libremente elegida o aceptada» (artículo 15).

Objetivos

En sus políticas y acciones, la Unión ha de tener en cuenta las exigencias relacionadas con la garantía de un nivel elevado de educación y formación. Así pues, los objetivos estratégicos a largo plazo de la Unión sobre educación y formación, tal como se definen en las Conclusiones del Consejo de 12 de mayo de 2009, son: (1) hacer realidad el aprendizaje permanente y la movilidad; (2) mejorar la calidad y la eficacia de la educación y la formación; (3) promover la equidad, la cohesión social y la ciudadanía activa; (4) incrementar la creatividad y la innovación, incluido el espíritu empresarial, en todos los niveles de la educación y la formación.

Resultados

A. Europa 2020 y Educación y Formación 2020

La política de educación y formación recibió un impulso particular con la adopción de la Estrategia Europa 2020. En el marco de Europa 2020, los Estados miembros recibieron cada año orientaciones específicas sobre las reformas prioritarias en forma de recomendaciones específicas por país. En este ámbito, los instrumentos y las disposiciones para el trabajo conjunto a escala de la Unión fueron definidos en el marco estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación (ET 2020), que también fijó siete objetivos para 2020:

  • al menos el 95 % de los niños de edades comprendidas entre los cuatro años y la edad de escolarización obligatoria deberá participar en la educación preescolar (porcentaje en 2018: 95,4 %);
  • el porcentaje de jóvenes de 15 años con aptitudes insuficientes en lectura, matemáticas y ciencias debe ser inferior al 15 % (porcentaje en 2015: 19,7 % en lectura, 22,2 % en matemáticas y 20,6 % en ciencias);
  • el porcentaje de abandono prematuro de los estudios o la formación deberá estar por debajo del 10 % (porcentaje en 2018: 10,6 %);
  • el porcentaje de personas con edades comprendidas entre 30 y 34 años que hayan terminado la educación superior deberá ser de al menos un 40 % (porcentaje en 2018: 40,7 %);
  • una media de un 15 % como mínimo de la población adulta (con edades comprendidas entre los 25 y los 64 años) deberá participar en actividades de aprendizaje permanente (porcentaje en 2018: 11,1 %);
  • al menos el 20 % de los titulados superiores y el 6 % de los jóvenes de entre 18 y 34 años con un título de formación profesional inicial debe haber cursado algún período de estudios o formación en el extranjero;
  • al menos el 82 % de los titulados (personas de entre 20 y 34 años que hayan terminado el segundo ciclo de enseñanza secundaria o enseñanza superior) debe tener un empleo en un plazo de no más de tres años después de terminar los estudios (porcentaje en 2018: 81,6 %).

Si bien los países europeos han realizado progresos significativos en la mayoría de los ámbitos, las cifras relativas a las competencias básicas (lectura, matemáticas y ciencias) siguen siendo motivo de preocupación.

B. Una nueva Agenda de Competencias para Europa

En 2016 la Comisión publicó una Comunicación sobre la Nueva Agenda de Capacidades para Europa (COM(2016)0381), en la que proponía diez medidas para dotar a las personas de las capacidades necesarias en el mercado de trabajo:

  • una Garantía de Capacidades que ayude a los adultos poco cualificados a adquirir un nivel mínimo de escritura, lectura, cálculo y competencias digitales;
  • una revisión del Marco Europeo de Cualificaciones;
  • una «Coalición por las capacidades y los empleos digitales» para apoyar la cooperación entre las partes interesadas en la educación, el empleo y la industria;
  • un «Plan general de cooperación sectorial sobre capacidades» para mejorar la información estratégica sobre capacidades;
  • una «herramienta para los perfiles de capacidades de los nacionales de terceros países» para permitir detectar rápidamente y determinar las habilidades y las cualificaciones de los migrantes;
  • apoyo a la educación y formación profesionales, en especial mediante actos y actividades dentro de la semana europea de las capacidades profesionales;
  • una revisión de la Recomendación relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente;
  • una revisión del marco Europass;
  • una propuesta de Recomendación sobre el seguimiento de los titulados destinada a mejorar la comprensión del rendimiento de los titulados tras su experiencia de educación y formación;
  • un análisis y una puesta en común de las mejores prácticas en materia de gestión de la movilidad de las personas altamente cualificadas y formadas entre países («flujo de cerebros»).

C. Educación en la primera infancia

A raíz de la adopción del pilar europeo de derechos sociales, en el que se reconoce que «los niños tienen derecho a disfrutar de una educación y asistencia infantil asequibles y de buena calidad», la cuestión de la educación en la primera infancia ha adquirido una importancia cada vez mayor. En mayo de 2019, el Consejo aprobó una Recomendación relativa a unos sistemas de educación y cuidados de la primera infancia de alta calidad[2].

D. Espacio Europeo de Educación

En mayo de 2018, a raíz de la cumbre de Gotemburgo, la Comisión publicó una Comunicación titulada «Construyendo una Europa más fuerte: el papel de las políticas de juventud, educación y cultura» (COM(2018)0268). En ella se define su visión de la construcción de un «Espacio Europeo de Educación» que incluya, entre otros elementos, una propuesta de Recomendación del Consejo relativa a la promoción del reconocimiento mutuo automático de los títulos de educación superior y de educación secundaria alta y de los resultados de los períodos de aprendizaje en el extranjero. Esta Recomendación fue aprobada por el Consejo el 26 de noviembre de 2018[3].

E. Erasmus

Erasmus+ es el programa de la Unión en los ámbitos de la educación, la formación, la juventud y el deporte para el período 2014-2020. Los objetivos específicos que persigue el programa Erasmus+ son: 1) mejorar el nivel de competencias y habilidades clave, con especial atención a su adecuación al mercado de trabajo y su contribución a una sociedad cohesionada; 2) fomentar mejoras de la calidad, la excelencia en la innovación y la internacionalización de las instituciones de educación y formación; 3) promover la aparición y el conocimiento de un espacio europeo del aprendizaje permanente diseñado para complementar las reformas políticas de ámbito nacional; 4) impulsar la dimensión internacional de la educación y la formación; y 5) mejorar la enseñanza y el aprendizaje de idiomas. Para el sector de la educación, se pretende lograr estos objetivos por medio de un marco de acciones clave:

  • Acción clave 1: movilidad de las personas por motivos de aprendizaje;
  • Acción clave 2: cooperación para la innovación e intercambio de buenas prácticas;
  • Acción clave 3: apoyo a la reforma de las políticas.

La Comisión publicó su propuesta para un programa que lo continuara (2021-2027) en mayo de 2018 (COM(2018)0367). La estructura general del programa sigue siendo fundamentalmente la misma. Sin embargo, la Comisión propone duplicar el presupuesto con respecto a los niveles del período de programación 2014-2020, hasta alcanzar los 30 000 millones EUR.

Papel del Parlamento Europeo

El Parlamento ha abogado siempre por una estrecha cooperación entre los Estados miembros en los ámbitos de la educación y la formación, y anima a desarrollar una dimensión europea en las políticas educativas de los Estados miembros. El Parlamento participa activamente en el ciclo político relativo al ET 2020.

A. Erasmus

en su Resolución de 14 de septiembre de 2017, el Parlamento reconocía los efectos altamente positivos de Erasmus+. Destacaba que el nuevo programa debe ser más abierto y accesible, y llamaba la atención sobre las dificultades que plantea el reconocimiento de los créditos del Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos (ECTS). Además, pedía la creación de una tarjeta electrónica europea para que los estudiantes tengan acceso a servicios en toda Europa, y los diputados subrayaban la importancia de fomentar la ciudadanía activa, la educación cívica y la identidad europea a través del programa. El 13 de marzo de 2019, en el contexto del Brexit, el Parlamento también adoptó una resolución sobre la continuación de las actividades de movilidad por motivos de aprendizaje actualmente en curso en el marco del programa Erasmus+, en el contexto de la retirada del Reino Unido de la Unión Europea.

En su Resolución de 28 de marzo de 2019 sobre la próxima generación del programa Erasmus+, el Parlamento propuso triplicar el presupuesto hasta alcanzar los 41 000 millones EUR, con el fin de permitir un aumento del número de participantes y prestar una atención especial a las personas con menos oportunidades[4]. Los diputados al Parlamento Europeo propusieron revisar la asignación presupuestaria para reflejar estas prioridades, por ejemplo, ofreciendo al personal de educación preescolar y educación temprana la opción de participar en planes de movilidad. Los intercambios en el ámbito de la formación profesional, especialmente en las regiones fronterizas, son también una prioridad del nuevo programa y contarán por tanto con un mayor presupuesto. El texto final del nuevo Reglamento sobre Erasmus debe negociarse y acordarse con el Consejo al principio de la 9.ª legislatura.

B. Educación y empleo

La Comisión de Cultura y Educación (CULT) y la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales (EMPL) elaboraron un informe de propia iniciativa sobre la Comunicación de la Comisión titulada «Una nueva Agenda de Capacidades para Europa». El Parlamento aprobó la Resolución el 14 de septiembre de 2017[5]. El Parlamento aboga por un enfoque holístico en materia de educación y desarrollo de competencias e invita a los Estados miembros a no centrarse únicamente en las capacidades que permiten encontrar empleo, sino también en aquellas que son útiles para la sociedad. Otras cuestiones mencionadas fueron el desarrollo de un enfoque más amplio para la mejora de las cualificaciones de los migrantes, la inversión en la educación y los cuidados infantiles, el impulso a las oportunidades de aprendizaje permanente, el refuerzo del papel clave del aprendizaje no formal e informal y el fomento de las capacidades empresariales, digitales y en materia de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM).

Las comisiones CULT y EMPL elaboraron conjuntamente un informe sobre la propuesta de la Comisión relativa a la actualización del marco Europass. El nuevo marco Europass se adoptó el 18 de abril de 2018 mediante la Decisión (UE) 2018/646 del Parlamento Europeo y del Consejo.

C. Otros ámbitos específicos

El Parlamento también muestra gran interés por las comunicaciones de la Comisión que abordan ámbitos específicos de la educación y la formación. Otros ejemplos son las resoluciones del Parlamento de 15 de abril de 2014 sobre nuevas tecnologías y recursos educativos abiertos, de 8 de septiembre de 2015 sobre el fomento del emprendimiento juvenil a través de la educación y la formación, de 12 de septiembre de 2017 sobre la formación universitaria continua y a distancia como parte de la estrategia europea de aprendizaje permanente, de 12 de junio de 2018 sobre la modernización de la educación en la Unión, y de 11 de diciembre de 2018 sobre la educación en la era digital: retos, oportunidades y lecciones para el diseño de las políticas de la Unión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Boletín Célula Europa

  Boletín Célula Europa                                                                                                                     ...