ASILO Y MIGRACIÓN EN LA UNIÓN EUROPEA
A lo largo de la historia el número de personas que han tenido que huir de sus países de origen escapando de conflictos bélicos, persecuciones y violencia, ha aumentado hasta alcanzar la escalofriante cifra de 80 millones de personas.
Con la llegada de la pandemia, los flujos migratorios se han visto reducidos significativamente en la Unión Europea, debido a que los diferentes Estados Miembros fueron cerrando sus fronteras, restringiendo así las rutas para las migraciones regulares. Como consecuencia, los programas de gestión de acogida de refugiados, se vieron también reducidas, a pesar de que los flujos migratorios como consecuencia de la crisis de los refugiados en 2015, todavía hoy continúan.
Existen dos tipos de estatus para las personas migrantes: Por un lado, los solicitantes de asilo presentan formalmente una petición de asilado como escapatoria del peligro en sus países de origen. Por su parte los refugiados, son personas a las que se le ha reconocido de manera oficial el derecho a recibir asilo. En la mayoría de ocasiones se trata de persecuciones por motivos de etnia, política, nacionalidad, religión o pertenencia a un grupo social determinado. En el seno de la Unión Europea, la Directiva sobre la cualificación establece las pautas para la asignación de protección internacional.
Hay, por tanto, que diferenciar entre aquellas personas que vienen ya con el estatus de refugiado, y aquellas que no lo tienen, y lo solicitan una vez ya en Europa.
En el pasado año 2020, hubo casi 500.000 solicitudes de asilo en la Unión Europea, cifra que se vio reducida en comparación con años anteriores. La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas recopila las cifras sobre la llegada irregular de migrantes que han sido registrados por las autoridades nacionales. En los años 2015 y 2016, se registraron más de 2,3 millones de cruces ilegales. Por su parte, en 2020 el número de cruces ilegales en la Unión se redujo a 124.000, alcanzando el nivel más bajo desde el año 2013. En los primeros meses de 2021, el número de llegadas volvió a aumentar sobrepasando los 47.000, casi un 50% más que en el año anterior.
La travesía hasta alcanzar Europa, sigue siendo un camino mortal. La travesía del Mediterráneo causó alrededor de 2.000 muertos y desaparecidos en 2020. Esta ruta del Mediterráneo central pasó a ser la ruta migratoria más activa de Europa. En el año 2020, se registraron más de 36.000 llegadas frente a las 12.000 del año anterior. En el caso de España, las Islas Canarias experimentaron una abrumadora subida del número de migrantes.
La cuestión de la migración es una de las prioridades fundamentales para la Unión Europea durante los últimos años, llegando a adoptarse medidas para una mayor gestión de los flujos migratorios y del sistema de asilo.
FUENTES UTILIZADAS:
· https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/view/migr_asyappctza/default/table?lang=en
· https://www.europarl.europa.eu/infographic/welcoming-europe/index_es.html#filter=2020
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