La Unión Europea cada vez más cerca de que un cargador común sirva para todos los aparatos electrónicos de pequeño tamaño
En septiembre de 2021, la Comisión Europea propuso al resto de instituciones comunitarias la adopción para que un cargador común, el USB-C, se convirtiera en común para muchos de los aparatos electrónicos que usamos en la vida cotidiana. La molestia que supone para los usuarios tener diferentes cargadores para la recarga de sus aparatos, así como la cantidad de basura que ello ocasiona una vez que dejan de funcionar, y el coste añadido que la variedad de ellos supone, fueron las principales razones para presentar la propuesta.
El pasado 20 de abril la Comisión del Mercado Interior y Protección del Consumidor del Parlamento Europeo, respaldó la propuesta y propuso unas mejoras. A los teléfonos móviles, cámaras digitales, consolas de video-juegos portátiles y auriculares y altavoces portátiles, el Parlamento quiere añadir los lectores electrónicos, los portátiles de baja potencia, teclados, ratones, relojes inteligentes y juguetes electrónicos. De esta manera, los aparatos podrán comprarse sin necesidad de que incluyan un cargador, aunque pueda existir la opción de que lo incluya, aunque los eurodiputados preferirían que no fuera así.
Los eurodiputados quieren además acelerar la introducción de la legislación pertinente para que los países miembros la adapten en el plazo de un año.
Algunas empresas ya han ido introduciendo el número de tipos de cargadores para sus productos, pero la medida se considera insuficiente por parte de la UE para conseguir una eficaz reducción de los residuos electrónicos
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