LAS RELACIONES Y DESAFÍOS ENTRE LA UNIÓN EUROPEA Y ÁFRICA
La Unión Europea y África siguen sin afianzar sus relaciones. El pasado colonial, los problemas con la migración y una mayor influencia por parte de Rusia y China han provocado que Europa no haya puesto atención suficiente a uno de sus vecinos más importantes. Por su parte, el continente africano ha insistido en la importancia de acabar con una relación de donante-receptor y retomarla como iguales.
La pandemia de Covid-19 ha causado más asperezas en las relaciones entre África y Europa y no ha ayudado a mejorar la cooperación. Mientras más del 70% de los europeos están completamente vacunados, el continente africano apenas supera el 11%. Muchos países dependen de la donación de los fármacos, mientras las naciones más ricas han acumulado dosis.
La Unión Europea cerró rápidamente sus fronteras al detectar la variante Ómicron, aumentando el aislamiento y el señalamiento contra el continente africano. Además, Europa rechazó el levantamiento de patentes, frente a las críticas de países como Sudáfrica.
No obstante, como un aliciente a todas las medidas tomadas hacia África, la Unión Europea ha reforzado la creación de centros para que el continente fabrique sus propias vacunas y se ha comprometido a donar 450 millones de dosis en los primeros seis meses del año.
En la última cumbre celebrada a mediados de febrero entre ambos bloques, los países de la Unión Africana pidieron que se pasara de las palabras a los hechos y que Europa se comprometa a cumplir sus objetivos de inversiones. Los líderes europeos aprobaron que se invierta en el continente 150.000 millones de euros. La Unión Europea es el principal inversor extranjero en el continente y quiere reforzar así su influencia, evitando la omnipresencia de China y Rusia en la región.
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