ENTREVISTA A MIGUEL MARTINEZ
Hoy
tenemos a un invitado muy especial, Miguel Martínez, nuestro profesor de
filosofía recientemente ganador del sexto premio internacional de poesía Jorge
Manrique, ¡enhorabuena!:
¿Cuándo
empezaste a escribir?
En
la adolescencia, todo el mundo tiene un impulso por contar lo que te pasa en la
vida, problemas personales, si te deja el novio o la novia o si de repente hay
una muerte en tu familia, cuando escribes esas cosas te das cuenta de que eres
un adulto, pero algunos lo seguimos haciendo toda la vida.
¿Te
gustaría tener más tiempo para escribir?
Mis
poemas no dependen del tiempo, dependen un de la inspiración, aunque lleve un
año sin trabajar no se me van a ocurrir mejores ideas ni voy a escribir grandes
poemas, lo que es el golpe de intuición de la idea se te tiene que ocurrir, así
que no depende del tiempo.
¿Tienes
pensado sacar más libros o poemas?
Si,
es la idea. Ya voy por mi cuarto libro y mi intención es seguir.
¿Cuáles
son tus tres libros favoritos?
Podrían
ser entre muchos: “Fin y principio”, “Las personas del verbo” y “Ensayo sobre
la ceguera”
¿Qué
libro recomendarías a la gente que quiere adentrarse en el mundo de la
filosofía?
Si
es la primera puerta a la filosofía no optaría por grandes autores. Si es
alguien que no ha leído nunca nada relacionado con este tema le recomendaría
una novela, un libro de poesía o de relatos. Y así poco a poco ir pasando a la
filosofía con un libro de divulgación sobre esta. Y sobre todo leer sobre el
tema que te interese, más que un libro clásico.
¿Cuál
consideras que es tu mejor obra?
Yo
lo que hago es escribir poemas y luego darles un sentido común en un libro, por
lo que estoy orgulloso de algunos poemas. Sobre todo, de “Viajes a una fresa”
¿Qué
sentiste al ganar tu último premio?
La
verdad que fue una alegría, quedé con mis amigos lo celebramos muy bien.
¿Qué
se siente al recitar tus poemas delante de tanta audiencia?
Un
placer un poquito exhibicionista, porque al final la poesía no es como un actor
con un guion aprendido, sino que el guion está escrito por la persona. Sino que
tú, como poeta, lo que cuentas te afecta mucho y es parte de tu mundo interior.
¿En
qué o quién te basas generalmente para escribir tus poemas?
Me
baso en mi vida, en algo que me haya pasado que haya leído, en una idea que
haya tenido. Normalmente no es que tú sientas y digas “voy a escribir un
poema”, eso no ocurre así. La idea te pilla en mitad de una clase, en el
metro... Y entonces tienes que apuntarlo rápido.
Si
tuvieses que escoger entre seguir siendo profesor de filosofía y seguir
aprendiendo más sobre el tema o dedicarte por entero a la escritura, ¿qué elegirías?
Creo
que seguir siendo profesor. Yo tiendo un poco a la soledad, por eso me gusta un
trabajo en el que tengo interacciones sociales continuas. Me mantiene cuerdo.
¿Cómo
describirías tu niñez y adolescencia?
Rara pero feliz.
Teniendo
en cuenta que escogerías, seguir siendo profesor, si tuvieses que elegir, ¿por
qué decidiste estudiar y adentrarte en el mundo de la filosofía?
Al
llegar a los 17 años yo era muy consciente de que cualquier cosa que estudiara
me tenía que interesar. No era una persona con una constancia y una capacidad
de trabajo altas. Todos los profesores me decían “muy bien cuando te interesan
los temas, pero cuando no...”. Así que dije: Vale, ¿Qué me interesa a mí? La
filosofía. Tenía ganas de entender el misterio del universo.
¿Cuál
crees que es la función de la filosofía en la educación?
Acabar
con el pensamiento automático y construir personas libres.
¿Crees
que estas ayudando a conseguirlo?
Creo
que de vez en cuando aporto un granito de arena, sí.
¿Cuál
crees que es la función de las humanidades en general? ¿Qué opinas de esta
rama?
Que
nos demos cuenta de que no todas las cosas deben tener una función práctica. Si
la función es entender, que “no todo debe tener una función”, ya me parece un
paso adelante. Quizá su función es la misma o muy similar a la de la filosofía:
construir una sociedad libre, con individuos libres, que es lo más complicado
de todo. Porque si hacemos de la escuela un lugar únicamente práctico, como una
anticipación del mercado laboral, vamos a una sociedad completamente
automatizada. Daría igual que los trabajos los hagan los robots o los seres
humanos.
Muchísimas
gracias por tu tiempo
Gracias
a vosotros.
Marta Real, Jorge Ramos, Sandra Aldehuela, Mónica Sánchez
y Paula García.
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