MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad), una de las medidas de ayuda financiera de la UE para responder a la crisis económica provocada por el coronavirus
Posted on 14 abril 2020 by Eurobitácora
Los Veintisiete se han marcado cinco prioridades en la hoja de ruta a seguir en la crisis del coronavirus: frenar la propagación del virus, ayudar a países a obtener material médico, trabajar en vacunas y terapias, ayudar a repatriar a todos los europeos y tomar medidas económicas.
Las medidas económicas de la Unión Europea ante la crisis económica generada por el coronavirus se están negociando en estos días; se han activado ya los siguientes programas: Coronavirus Response Investment Initiative Plus, instrumento de solidaridad SURE, Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas, Ayudas a la Pesca y Agricultura y el Instrumento de Ayuda de Emergencia de la Unión Europea en favor del sector sanitario. Sin embargo, el mecanismo de ayuda que más polémica está generando es el llamado MEDE.
MEDE: Asistencia financiera para los Estados miembros pertenecientes a la zona del euro

Los Estados miembros de la zona del euro que experimenten dificultades de financiación o se vean amenazados por tales dificultades pueden recibir apoyo financiero a través del mecanismo europeo de estabilidad, una entidad financiera creada por los Estados miembros de la zona del euro.
Las economías de la zona del euro son interdependientes debido, entre otras cosas, a su moneda común. Por esta razón, financiar las dificultades de un Estado miembro puede repercutir de forma negativa en otros Estados miembros, e incluso extender las dificultades, poniendo así en peligro la estabilidad de toda la zona del euro. Pero si un Estado miembro de la zona del euro experimenta graves problemas de financiación, el mecanismo europeo de estabilidad sirve para facilitar apoyo y prestar ayuda para estabilizar la situación.
El Tratado por el que se establece el MEDE fue firmado el 2 de febrero de 2012 y ratificado por todos los Estados miembros de la zona del euro (diecisiete a la sazón) antes del 8 de octubre de 2012, fecha en que el MEDE se inauguró oficialmente.
El MEDE moviliza fondos mediante la emisión de instrumentos del mercado monetario, así como de deuda a medio y largo plazo, con vencimientos de hasta 30 años. También puede celebrar acuerdos con sus miembros, con entidades financieras o con otras partes.
La gobernanza y toma de decisiones en el MEDE se lleva a cabo por el Consejo de Gobernadores compuesto por los ministros de Hacienda de los Estados miembros de la zona del euro, que también son miembros del Eurogrupo.
El MEDE tiene una gran variedad de instrumentos a su disposición: conceder préstamos a sus miembros, proporcionar ayuda financiera con carácter preventivo, adquirir bonos de los Estados miembros beneficiarios en los mercados primario y secundario, financiar la recapitalización de entidades financieras mediante préstamos a los gobiernos y recapitalizar directamente a los bancos bajo determinadas condiciones.
Condiciones para recibir la ayuda financiera — condicionalidad macroeconómica
Entre las condiciones para recibir la asistencia financiera del MEDE se incluye un acuerdo para aplicar las medidas adecuadas durante un período de tiempo determinado. Estas medidas políticas ayudan al Estado miembro a estabilizar sus finanzas públicas, reforzar su capacidad de resistencia frente a futuras perturbaciones y recuperar el acceso a la financiación del mercado.
El acuerdo de medidas políticas se materializa en un memorando de entendimiento firmado por el Estado miembro en cuestión y la Comisión Europea en el que se asumen las condiciones para recibir ayuda financiera establecidas en un «programa de ajuste».
Este punto es el que se está discutiendo actualmente. Los Estados miembros que recurren actualmente a la ayuda del MEDE son Grecia y Chipre. Sin embargo, Italia entiende que el MEDE, que decreta sacrificios económicos y envía a los hombres de negro a intervenir las cuentas de los países, es un instrumento inadecuado en estos momentos por el estigma que le acompaña.
España, por su parte, aunque piensa que no lo necesitará –entre otras cosas, por el casi billón de euros destinado por el BCE para contener las primas de riesgo comprando deuda de los países–, acepta la participación del MEDE pero con condiciones menos estrictas que las impuestas anteriormente a los países que necesitaron un rescate financiero.
Frente a Italia y España, los Países Bajos no tienen en absoluto claro que el MEDE tenga que ir sin esas condiciones con las que nació. Los Países Bajos podrían permitir condiciones light para una primera fase de emergencia sanitaria, pero quieren que las condiciones normales (el requisito de reformas) se apliquen a otros gastos económicos derivados de la crisis del coronavirus.
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