El Día Mundial de las Habilidades de la Juventud
En la actualidad, el desempleo juvenil es uno de los problemas con más incidencia en nuestra sociedad, puesto que tanto las economías de los países más desarrollados, como los que se encuentran en vías de desarrollo lo sufren. En el último informe publicado por la ONU sobre “Tendencias mundiales del empleo juvenil 2020: la tecnología y el futuro de los empleos” se hace patente que desde 2017, se ha desarrollado una tendencia a la alta en el número de los jóvenes que se encuentran en una situación de desempleo o que no cursan ningún tipo de estudio. Los datos del año 2016 mostraban que la cifra de jóvenes sin empleo ascendía a 259 millones, un número que, sin embargo, ha ido aumentando, hasta que en 2019 alcanzó la cifra de 267 millones. Lo peor es que se prevé que no solamente no se reduzcan las cifras, si no que, debido a la crisis desencadenada tras la pandemia global, esta situación se incremente mundialmente.
En este fenómeno un factor clave es la educación y la formación, objetivos claves en la Agenda 2030 y el objetivo número 4 de Desarrollo Sostenible: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, a la vez que se promueven oportunidades de aprendizaje de manera continuada”. Por su parte, de manera más centrada en el ámbito europeo y las medidas tomadas a cabo por las instituciones europeas, la Unión Europea necesita llevar a cabo una auténtica revolución en materia de capacidades, para poder garantizar que las personas puedan prosperar en la transición tanto verde como digital, así como para contribuir a la recuperación tras la pandemia. Para ello, la Agencia de Capacidades Europea, para la competitividad sostenible, equidad social y resiliencia, apoya con una docena de acciones a los jóvenes europeos y sus habilidades, entre ellas, la determinación de medios financieros para la inversión, dotar de ayuda para el desarrollo de las capacidades o la fijación de objetivos ambiciosos.
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