El problema de los plaguicidas
El Comité Económico y Social Europeo, ha publicado recientemente un documento en el que sugiere que se revise y evalúe la Directiva actualmente vigente sobre el uso sostenible de los plaguicidas. La directiva en vigor que regula este uso en la UE data de 2009 (2009/128/CE), es decir, hace ya unos años, y el informe del CESE, cree que todavía existe un margen amplio para ser mejorada.
El informe que sugiere esta revisión, y que tiene como ponente al actual secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, una organización profesional que reúne a más de 80.000 profesionales en España, cree necesaria una reevaluación de los requisitos, objetivos, condiciones y plazos establecidos en los marcos de actuación nacionales, con el objetivo de reducir los riesgos y efectos derivados del uso de plaguicidas, tanto para la salud humana y animal como para la salud y conservación de los ecosistemas.
El informe se ha elaborado a partir de percepciones y opiniones de organizaciones de la sociedad civil de varios países europeos (Bulgaria, Croacia, España, Irlanda y Suecia), así como de las respuestas obtenidas a partir del cuestionario en línea elaborado al efecto.
De manera resumida, el informe plantea:
– La vigente directiva, aunque se aplicó desde puntos de partida diferente en cada país, ha resultado de manera general en un uso más racional y sostenible de los productos, así como en una concienciación del problema por las partes interesadas: industria, agricultores y consumidores
– Sin embargo, la falta de conocimientos sobre el uso adecuado (incumplimiento de la exigencia de formación obligatoria para los usuarios), así como la falta de alternativas rentables no desincentiva el uso indiscriminado de los plaguicidas
– En todo caso las alternativas disponibles son caras y tampoco existe una sustitución paulatina en el mercado de los elementos perniciosos por otros alternativos
– El factor económico (la productividad como meta prioritaria) es la causa fundamental para continuar con prácticas poco convenientes, a lo que se suma también una tradición social, hábitos y cuestiones sociodemográficas
– La legislación vigente no ha creado un sistema de vigilancia del cumplimiento sobre el control de plagas ajustado a la directiva
Por todo ello, el CESE plantea una serie de revisiones de la directiva, que tengan en cuenta, por un lado, el Pacto Verde Europeo, y la estrategia “de la Granja a la Mesa”, las estrategias de Biodiversidad 2030, así como la nueva Política Agraria Común (PAC):
Y, por tanto, la futura eficacia legislativa, debería considerar:
– La formación en materia de productos fitosanitarios y el asesoramiento por parte de las administraciones
– La mejora de la rentabilidad agrícola teniendo en cuenta la disponibilidad de soluciones alternativas
– Mejorar el seguimiento y garantizar el cumplimiento de la legislación europea, así como de los Planes de Acción nacionales, aún a través de sanciones
– Promover una política comercial y de competencia leal dentro de la UE, y que vigile en especial los potenciales efectos negativos de las importaciones procedentes de terceros países. Lo que supone un refuerzo de los controles y el seguimiento de las importaciones de terceros países y por una mayor armonización europea en materia aduanera
– Mejorar el grado de información de la ciudadanía en general y, especialmente, de las y los consumidores sobre la función de los plaguicidas (y biocidas, para uso doméstico) y los peligros que acarrea su uso.
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