El Acuerdo por una Ciudad Verde
Reúne a los alcaldes y líderes de los gobiernos locales de Europa en torno a una visión común del futuro urbano, según la cual, en 2030:
Las ciudades serán lugares atractivos para vivir y promoverán la salud y el bienestar de los ciudadanos.
Todos los ciudadanos respirarán aire limpio, tendrán agua limpia y acceso a parques y espacios verdes, a la vez que se reducirá la contaminación acústica.
La economía circular será una realidad y los residuos se habrán transformado en recursos gracias a la promoción de prácticas de reutilización, reparación y reciclaje.
En las zonas urbanas vive alrededor del 70 % de la población de la UE. El estado del medio ambiente urbano afecta a todas las personas que viven y visitan la ciudad. Actualmente, las ciudades de toda la Unión Europea hacen frente a numerosos retos ambientales que ponen en riesgo la salud y el bienestar de la ciudadanía. La contaminación atmosférica de muchas ciudades sigue excediendo los estandáres que establece la UE. Los ríos, los lagos y las aguas costeras continúan bajo considerable presión. La contaminación acústica está aumentando. La expansión urbana afecta a la disponibilidad de espacios verdes y la generación de residuos repercute gravemente en el medio ambiente local.
La calidad del aire y el agua, el bajo nivel de ruido y el acceso a la naturaleza son factores fundamentales para nuestro bienestar físico y mental. La economía circular contribuirá a que las ciudades lleven a cabo una gestión más eficiente de los recursos, transformando los residuos en recursos. Cuando los gobiernos locales toman medidas ambiciosas en estos ámbitos, las ciudades son más sostenibles y atractivas para los ciudadanos.
Además, el Acuerdo por una Ciudad Verde facilita la coherencia con otras iniciativas urbanas de la UE y respalda la aplicación del Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Zaragoza es, junto con Vitoria-Gasteiz y Logroño, una de las primeras ciudades en adherirse al acuerdo.
Con su adhesión al acuerdo, los alcaldes aceptan tomar las medidas necesarias para cumplir los siguientes objetivos en 2030:
- Mejorar en gran medida la calidad del aire de las ciudades y acercarse a los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
- Avanzar sustancialmente en la mejora de la calidad de las masas de agua y el uso eficiente del agua.
- Progreso considerable en la conservación y el aumento de la biodiversidad urbana.
- Avanzar hacia una economía circular.
- Reducción significativa de la contaminación acústica.
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