Mijail Gorbachov hizo un llamamiento al diálogo y renunció al uso de la fuerza durante una visita al Parlamento Europeo.
El ex presidente de la Unión Soviética acudió en 2008 a la gala de entrega de los premios Energy Globe, celebrada en el Parlamento Europeo, para recoger un galardón honorífico. Con motivo de su fallecimiento el 30 de agosto de 2022, publicamos una entrevista realizada durante su visita. Elogiadopor su papel para lograr el final pacífico de la Guerra Fría, Gorbachov describe cómo deben colaborar los países en la era de la globalización y su preocupación por el medio ambiente.
Como Presidente de la Unión Soviética hizo todo lo que pudo por terminar con la Guerra Fría. ¿Qué lecciones podría extraer de aquella experiencia a la hora de terminar con la "guerra caliente" contra la naturaleza?
A mediados de los años 80, los líderes de los principales países se dieron cuenta de la necesidad urgente de hacer algo. El Señor quiso entonces que los caminos de Gorbachov, Reagan, Bush, Tatcher, Miterrand y algunos otros se cruzaran, y que fueran lo suficientemente inteligentes como para superar tópicos y prejuicios y comenzar a hablar sobre la amenaza nuclear. Ahora el mundo es diferente; se ha producido la globalización, los países son más independientes y Estados como Brasil, China o la India han salido a la palestra.
Así que la conclusión más importante que podemos sacar de aquello sería que es necesario trabajar en el diálogo y la confianza. Tenemos que renunciar a la política de la fuerza, que no tiene ningún resultado positivo. Tenemos que entender que todos vamos en el mismo barco, y todos tenemos que remar. Si no, algunos reman mientras otros echan agua dentro y algunos incluso tratan de realizar un agujero en el casco. En un mundo así nadie ganará.
Recordemos lo que hizo Estados Unidos en Irak, todo el mundo estaba en contra, incluso sus aliados, pero no escucharon... ¿y qué pasó? Ahora no saben cómo salir de allí. Todos sabemos que Estados Unidos es algo muy serio con lo que todos estamos relacionados, y que si Estados Unidos se desmorona se producirá un auténtico colapso. Tenemos que ayudarles a salir de ahí; para eso es necesario cooperar, y para disponer de mecanismos de gestión adecuados es necesario establecer un nuevo orden mundial.
Tras la Guerra Fría todo el mundo hablaba del nuevo orden mundial; incluso el Papa se unió a los que reclamábamos un nuevo orden mundial, más estable, más justo y más humano. Sin embargo, cuando se desintegró la URRSS -fundamentalmente por motivos internos-, Estados Unidos no pudo resistir la tentación de aprovecharse de la confusión. Las elites políticas cambiaron, quines habían sacado al mundo de la Guerra Fría pasaron a un segundo plano, y los nuevos quisieron escribir su propia historia. Estos errores de enfoque, las decisiones mal tomadas y los pasos en falso resultaron en un mundo ingobernable. Vivimos en un mundo de caos, del que pueden surgir nuevas formas de vida y nuevos mecanismos políticos, pero este caos también puede desembocar en turbulencias, resistencia y conflicto armado.
¿Podríamos considerar la degradación medioambiental el principal problema de la humanidad, a pesar del alto número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza? ¿Qué diría a los que aseguran que no pueden permitirse el lujo de cambiar su forma de vida?
Los mayores problemas son la pobreza, la calidad del aire y del agua, las deficientes condiciones de salud, la baja productividad agrícola... todos ellos relacionados con la ecología. No tiene sentido decir que la ecología es un lujo; es la principal prioridad de nuestros tiempos. La segunda prioridad es la lucha contra la pobreza, ya que 2.000 millones de personas viven con tan sólo uno o dos dólares al día. Y la tercera es la seguridad a escala global, en donde se incluyen la amenaza nuclear y las armas de destrucción masiva. Estos tres asuntos son urgentes, pero creo que lo primero debe ser la ecología, porque es algo que nos afecta directamente a todos.
El lema de la Fundación Gorbachov es "Hacia una nueva civilización". ¿Cómo sería esa civilización? ¿De dónde obtendría el mundo los recursos necesarios para este cambio trascendental?
No siempre se trata de dinero. Si los asuntos internacionales se abordan de forma desordenada, hace falta más dinero... pero hay que centrarse en la confianza, la cooperación, el diálogo, la ayuda mutua y el intercambio. ¿Por qué crece la economía europea? Sólo porque existe la Unión Europea. Este es el camino de las nuevas oportunidades, en el que la Unión Europea es un buen ejemplo.
Por supuesto que no todo es perfecto. Desde mi punto de vista, la Unión Europea ya está sobrecargada como sistema. En lugar de acelerar y dar precipitados saltos de gigante, tiene que ser inteligente y saber parar, absorber y avanzar.
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